José Ingenieros, médico, filósofo, psicólogo y escritor argentino, fundó la Sociedad de Psicología
y su obra Principios de Psicología sería el primer sistema completo de enseñanza de esa materia en el país. Entre otros libros sobre psicología y sociología que ha escrito se encuentra "El hombre mediocre" que estudia los caracteres humanos y los divide en dos grandes grupos.
El Idealista
El idealista es un hombre capaz de usar su imaginación para concebir ideales legitimados sólo por la experiencia y se propone seguir quimeras, ideales de perfección muy altos en los cuales pone su fe para cambiar el pasado en favor del povernir; por eso está en continuo proceso de transformación que se ajusta a las variaciones de la realidad. El idealista contribuye con sus ideales a la evolución social, por ser original y único, se perfila como un ser individualista que no se somete a dogmas morales ni sociales; consiguientemente, los mediocres se le oponen. El idealista es soñador, entusiasta, culto, de personalidad diferente, generoso, indisciplinado contra los dogmáticos. Como un ser afin a lo cualitativo, puede distinguir entre lo mejor y lo peor; no entre el más y el menos como lo haría el mediocre. Sin los idealistas no habría progreso; su juventud y renovación son constantes. El idealista tiene su propia verdad y no se supedita a la de los otros, no se mueve por criterios acomodaticios, sino según ideales más altos. En cuanto a las circumstancias, su medio, la educación que recibe de otros, las personas que lo tutelan y las cosas que lo rodean, se levanta por encima de ellos: piensa por sí mismo. Los idealistas suelen ser genios, héroes o santos.
El Mediocre
El hombre mediocre es incapaz de usar su imaginación para concebir ideales que le propongan un futuro por el cual luchar. De ahí que se vuelva sumiso a toda rutina, a los prejuicios, a las domesticidades y así se vuelva parte de un rebaño o colectividad cuyas acciones o motivos no cuestiona, sino que sigue ciegamente. El mediocre es dócil, maleable, ignorante, un ser vegetativo, carente de personalidad, contrario a la perfección, solidario y cómplice de los intereses creados que lo hacen borrego del rebaño social. Vive según las conveniencias y no logra aprender a amar. En su vida acomodaticia se vuelve vil y escéptico, cobarde. Los mediocres no son ni genios, ni héroes ni santos.
El libro es muy interesante, pero quizá no sea para cualquiera. Creo que los mediocres que Ingenieros describe, los distintos niveles de los que habla, existen, y quizá alguien pueda empezar a identificarse con esas descripciones.